AmeneirosRey

La vivienda se encuentra en una construcción entre medianeras del siglo XIX, en una esquina del Barrio de Pescadería, en la ciudad de A Coruña. En la planta primera, un pequeño apartamento de 57 m2 construidos, con dos de sus cuatro lados a fachada exterior: la fachada este da hacia un callejón de menos de tres metros de alto, compartido con otra construcción, privándola de soleamiento natural. Al norte, la segunda fachada exterior, una galería tradicional de madera, catalogada, abierta a un patio privado, también, de menos de tres metros de ancho. El edificio se mantiene en un buen estado de conservación, tanto exterior como interior (escalera de acceso de madera, también catalogada). El propietario, que valora el carácter del edificio original, demanda un estudio con cocina-estar-comedor, baño y un único dormitorio.

El apartamento anteriormente se usaba como espacio único de yoga, por lo que ya no dispone de su distribución original. Proponemos una nueva distribución en la que el uso de los materiales respete la base construida del edificio original. Fachadas de mampostería, forjados de vigas, viguetas y entablado de madera.

Se busca valorizar el pavimento, la estructura del techo y una elección de materiales de albañilería y carpintería acorde a la esencia final buscada. Para ello, se retira el pavimento laminado existente y se dispone un nuevo pavimento de madera maciza de pino natural, machihembrada y tratada.

Se tira el falso techo modular de yeso y se deja visible la estructura de las vigas y viguetas de madera del forjado, se aísla el techo y se coloca un nuevo techo visto de listones de madera. En este caso, se opta por un techo de piezas de distintos anchos de madera de pino macizo, tratado, para un buen acondicionamiento acústico y mejora del aislamiento de las estancias. En los listones se dejan vistas todas las imperfecciones de los tablones de madera intentando establecer un diálogo con las vigas de troncos de madera del forjado del techo.

Finalmente, para los elementos verticales tanto de revestimiento como de distribución, uso de: cartón yeso en el único tabique técnico que alberga las instalaciones de la cocina, intencionadamente abstracto. En contraste, el dormitorio se separa del resto de las estancias con una pieza cerámica vista barnizada, marcando una materialidad, textura y ritmo con connotaciones artesanas y domésticas. Los cerramientos interiores de las fachadas se revisten con morteros salpicados, dando textura y regularizando los encuentros con los demás planos horizontales. Hacia la fachada norte, se instala una galería interior nueva, también de madera maciza, para dotar la vivienda de un “colchón” extra acústico hacia la calle y una pared móvil configurable en función del gradiente térmico y social que se demande. Diseño de luminarias de madera que singularizan y personalizan el espacio.